Se ha demostrado como la sostenibilidad puede generar valor a la empresa, este valor puede traducirse financieramente desde el incremento de beneficios intangibles o en la identificación temprana de riesgos (Global Reporting Initiative, 2018)
La presión ejercida por parte de diversos grupos de interés, ha obligado a las empresas a replantear la forma de hacer negocios, los stakeholders tienen un protagonismo en la legitimación social y en la reputación de las mismas en los entornos donde se desenvuelven, lo cual ha influido en la adopción de políticas empresariales que favorezcan una mayor responsabilidad por parte de las empresas, que según Carroll (1992) pueden ser de tipo económica, legal, ética y filantrópica. Sumado al hecho, que hoy en día se exige que las organizaciones sean más transparentes y rindan cuentas sobre sus operaciones.
El término sostenibilidad, se ha usado como equivalente a la Responsabilidad Social de las Empresas -RSE, principalmente debido a que ambos se mueven en tres dimensiones complementarias o triple bottom line, así, los negocios necesitan evaluarse no solo con el tradicional rendimiento económico sino también con la evaluación de sus impactos en la economía, el medio ambiente y las sociedades en las cuales operan. En este sentido, las empresas son responsables por los impactos que generan (Comisión Europea, 2014)
En este diplomado en Buenas Prácticas en Sostenibilidad aprende a extender las prácticas sostenibles de una empresa en su cadena de valor, generando mayor competitividad, compromiso y espíritu colaborativo en la búsqueda del crecimiento sostenible de toda la industria.